viernes, 19 de julio de 2013

Ilustraciones: El escorpión y el cuervo



Ambos tenían una fiereza indiscutible en la mirada, más calculadora y neutra la del Someti, más salvaje y visible la del Ustípede.

–Vamos, ataca –exigió Raco, pálido de ira.

–Como guste el señor –respondió Truton, lanzando una media sonrisa furibunda.

El Someti apartó la hoja de su oponente golpeando el dorso con su antebrazo y a continuación dirigió su propia espada contra Raco. Imanae no estuvo seguro de si pretendía cortarle la oreja o acertarle en el cuello, pero resultaba evidente que Truton tampoco estaba bromeando.

En cualquier caso, el señor de los Ustípede se giró a tiempo de evitar el filo enemigo y tomó distancia.

–¿Huís? –preguntó el Someti con socarronería.

–¿De qué? ¿De tu alfiler? –respondió el Ustípede, y lanzó una única carcajada irónica.


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